Prevención de fimosis y adherencias

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Los bebés nacen con el prepucio adherido al glande y algunos de ellos con un orificio prepucial estrecho y engrosado. Habitualmente los pediatras no hacen nada al respecto dejando que el niño se desarrolle, lo que desemboca en muchas ocasiones en una intervención quirúrgica de circuncisión.

En nuestra experiencia, si liberamos manualmente las adherencias en el primer año de vida mediante una retracción forzada del prepucio y los padres practican de forma regular la retracción prepucial de estos bebés, es posible evitar en un 99% de los casos la intervención de circuncisión.