Infección gástrica por Helicobacter pylori

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Helicobacter pylori o H. pylori es un tipo de bacteria que se encuentra en el estómago de casi dos tercios de la población mundial.

Es una bacteria de forma espiral que crece en la capa mucosa que recubre el interior del estómago humano. Para sobrevivir en este medio hostil, ácido, del estómago, la bacteria H. pylori secreta una enzima llamada ureasa, la cual convierte la urea química en amoniaco. La producción de amoniaco al derredor de H. pylori neutraliza la acidez del estómago, para hacerlo más acogedor para la bacteria.  Además, la forma espiral de H. pylori le permite penetrar la capa mucosa, la cual es menos ácida que el espacio interior, o lumen, del estómago. 

El tratamiento actual para el H. Pylori incluye la triple terapia con antibióticos durante dos semanas. Esto resulta eficaz para combatirla en caso de infección por H pylori, pero desde hace 20 años se aprecia un incremento de la resistencia del H pylori (y de muchas otras bacterias) a los antibióticos. Por ello en ocasiones se necesitan tratamientos más prolongados, recurrentes y agresivos que destruyen la flora intestinal, aumentando el riesgo de todo tipo de infecciones.

Sin embargo, la MEDICINA BIOLÓGICA nos certifica en la experiencia clínica diaria, terrenos biológicos en los que se hacen gastritis y úlceras pépticas sin contar en absoluto con la presencia de la bacteria. Más precisamente definidos diremos que estos procesos irritativos gástricos están relacionados con cuadros orgánicos como el ataque enzimático hepático sobre la mucosa gástrica debilitada constitucionalmente.

Desde luego es posible que en estas circunstancias esté presente la bacteria Helicobacter, pero es obvio que lo importante es la alteración orgánica sobre la que se constituye la agresión bacteriana. Más aún, si corregimos la alteración orgánica la bacteria no actúa jamás. Nunca.